¡Hola Peter! ¿Cómo estás?
Soy Elena, y te escribo para decirte que estoy a salvo en casa desde el sábado pasado.
Pero estoy muy triste. Echo de menos vuestro sentido del humor, la comida y las historias que nos contábais cada día al terminar de cenar, vuestra casa, Portobello, el autobús número 26, la hora punta en Princes Street, el sonido de las gaitas en la calle, y...¡TODO! Quiero daros las gracias por estas semanas que he estado con vosotros.
Desde que volví a casa, me paso el día entero hablando de Escocia y Edimburgo. ¡No tengo otra cosa en la cabeza!
Me mantendré en contacto con vosotros porque, no sé cómo ni cuándo, pero sé que algún día volveré.
¡Te envío la foto familiar que nos hicimos en mi último día!
P.D. ¡Saluda a todos de mi parte!